Seducción epistolar (VI)

Ella (12):
“No te extrañe, estaban próximos, todo lo próximos que cabe esperar de esta relación nuestra tan distante... sólo me refiero a la cantidad de quilómetros físicos que nos separan.
Hoy estoy algo embotada, acarreo un resfriado, o los síntomas del mismo desde ayer y en grado mayúsculo, con lo que deberé de parecerte incoherente en algún momento, pero sé que sabrás perdonármelo.
Lo de los jovenzuelos no le atañe, quiero decir, que el comentario no le situaba en la senectud, ni mucho menos en la mediana edad, lo que es trágicamente cierto, es que con 23-24-25-26-27-28-29 … los varones, o la gran mayoría de ellos, son insufribles. Ya le daré motivos o explicaciones en otra ocasión.
Ahora si, vengo pergeñando desde la lectura de pedírtelo sin ambages, esto es, desempolva la alfombra que para casos de urgencia utilices, y recógeme a eso de las siete, que ya estaré de puro desmayo febril, desvanecida, y me acunas con los cuentos y con las hadas, aunque prefiero las de caballeros y dragones; y me arropas con tu propia piel o con mullidas y etéreas plumas… cuando creas conveniente que abandone los brazos sedosos de Morfeo, me arrastras del sueño a la diástole, de la diástole a la sístole, de la sístole al éxtasis y finalmente, si nos restan fuerzas para algo, que el que pueda llame a un taxi que me regrese de nuevo a mi habitación de cohabitante, a mis sueños en soledad, a mis páginas…
Espero que a lo único que le dedique su bondad culto regular, sea a la embriaguez de los sentidos, única materia objeto de culto, según mi propio entender.
Beso terriblemente extenuado.
P.S. Sin gana alguna que justifique mi presencia en este puesto de trabajo mío, le advierto, que hoy necesitaré un mimo, detrás de otro, detrás de otro, detrás de otro, detrás de otro, detrás de otro, detrás de otro… ad infinitud.
El (12):
“Los tendrás… al igual que tu me despiertas los sentidos cada mañana… uuuhhhmmm… no puedo evitar que mi corazón se “sistodiastolice” desaforadamente con sólo verte en verde…. ;) Un beso, una caricia, una sonrisa …. Vendrán más hoy. Al menos eso puedo ofrecerte… con el corazón. ”
Ella (13):
“Le encuentro más lacónico de lo habitual… perdone que siga manteniendo el trato consular… y además le escucho flirtear con el ínclito ‘kiwi’, mi más tenaz opositor, mi rotunda ruina.
¡Al final les pediré a ambos que terminen haciéndome los deberes!
Son como críos, oyes… como críos.
El (13):
“Vaya en mi descargo que, el anterior correo, fue un adelanto de lo que, con la tranquilidad que me ofrece mi espacio, vendrá… Y dígame ¿acaso está mal flirtear con la imaginación… aunque sea de un hombre? ¿opositor dice? ¿me dirá ahora que prepara clases para funcionarios? ¿su ruina? … Cuente, cuente… J”
El (14):
“Y yo aquí esmerándome en enviarte señales y tu aún no te habías dado cuenta que, desde el segundo correo que nos cruzamos, ya tenía desempolvada la alfombra de las grandes ocasiones ¿No viste mi “biplaza” aparcada al lado de la chistera y la varita? Si. Yo no sé si preparé la alfombra desde que me regalaste tu primera sonrisa o si fue cuando me definiste como “zascandil”. En cualquier caso llegó el momento en que mi alfombra, falta de magia, me dijo que eras la persona adecuada para proveerla de ese combustible necesario para un viaje hacia el planeta de las “posibilidades imposibles”.
Hoy, aunque no me lo hubieses pedido y sin temor al contagio, te hubiese arropado, piel contra piel (¿has escuchado sonido mas sensual que el choque de una piel contra otra?) y te hubiese susurrado (sé que el punto “g” está en las orejas) historias de caballeros y dragones. Hubiésemos cabalgado por bosques llenos de claroscuros, casas encantadas y castillos abandonados llenos de hiedra y misterio… y, entre galopada y galopada, hubiese recogido tu sueño en mis brazos para depositarlo en un bolsillo que tengo justo al lado de mi corazón. Así, estoy convencido, mis latidos habrían sido la música que te acompañase…
Hace más de un año un libro me cautivó. Trataba, fíjate qué simpleza, sobre la construcción de una catedral en el siglo XII. Desde entonces todas mis “historias” tratan sobre caballeros, damas, dragones y castillos. Y estoy encantado (aún más) de que me hayas revelado tu necesidad sucesiva de mimos. Además de alimento para el espíritu, quiero acariciar también tu alma y, cuando logre descubrir la técnica de transposición de la pantalla del PC, tu cuerpo… ilimitadamente. No quiero ni pensar qué ocurrirá cuando inventen el “chip” de olores y le llegue el de tus feromonas.
Un beso único e indivisible”
Ella (14):
“Será que sigo griposa y no llego al meollo del asunto. Vamos a ver J.A. de mis entretelas ¿O sea qué ya tiene la alfombra preparada? ¿Y cómo me he quedado yo esperándole esta noche? ¿Cómo? Ahhhhhhhh! ¡Ya sé! No tiene “usté” más que una ubicación remota, algo intangible. Vamos a ver, no número, no calle, no piso ni puerta, no nueve dígitos para oírnos. Pero si tenía ya prevista la vista o audiencia previa ¿por qué no me donó los suyos, sus coordenadas, sus cardinales, sus domicilios? Espere, espere. Ahora todo cobra sentido, hay más doncellas, peligro,, hay otras o, lo que sería peor, tan sólo una más… claro, ya recuerdo. A ver, resumamos. Me ofrece mimos si pido mimos. Pregúntome: ¿cuándo yo los necesite? ¿cuándo Ud. esté disponible? ¿Qué sincronización habríamos de forzar? Mas… me ofrece susurros si le pido susurros (no recuerdo tal solicitud, tal vez un cuento, el de dragones y caballeros, sin melífluas princesas, entendí que entendió, ni historias mágicas, que luego la magia sólo era un truco de manos ligeras) Tengo las mismas preguntas acerca de esto.
Me ofrece su piel. Mire eso se lo agradezco enormemente, porque tengo la piel aterida de la gripe, o febril, por la misma causa, y no me acompaña mucho la temperatura al espíritu ¿Le importaría en tal caso abanicarme cuando me subiera la fiebre y cubrirme cuando me bajara? Ya sé que suena un poco egoísta por mi parte pero esto está incluído en el capítulo de mimos, antes que me los escamotee con alguna argucia, en la sección de mimos con intención, párrafo con intenciones ímprobas… pues eso.
J.A…. dime corazón qué libro es ese, editorial, autor y título, a una adicta a la letra no le puedes donar críptica información.
En cuanto a lo del chip, yo conozco una solución, la de toda la vida, la de la vida entera… Ahora solo falta que conteste a esas preguntas que median este mensaje.
Beso absolutamente embotado”
11 comentarios
kale -
Para calma, bisexual con vacaciones -
Pásalo bien. Un beso
Para kale, pidiendo maasssssssssssssssssssss -
Para agradablemujer, lectura recomendable -
En serio, en serio. Ahora entiendo el porqué a las señoras os gusta tanto colgaros brillantitos allí donde proceda.
Un beso, donde procede.
calma -
Supongo que tampoco tardarás en disfrutar de las tuyas, o eso te deseo.
Besos
kale -
agradablemujer -
Uy!,debo dejar de analizar los libros que me gustan,me leo demasiado intelectual.
L
Para calma, distancia acotada -
Para agradablemujer, cristalina -
¿Qué es un "amor cristalizado"? (pregunta por pregunta) Un beso agradable ;)
calma -
Me sigue pareciendo muy bonito, cada vez más.
Un beso, buen fin de semana
agradablemujer -
Que es embotado?